El deporte se ha despedido de un hombre considerado como uno de los gimnastas más grandes de todos los tiempos. El húngaro Szilveszter Csollány, quien era antivacunas, murió a los 51 años de edad por complicaciones de Covid-19.
A pesar de que se oponía a vacunarse contra el coronavirus, este atleta tuvo que hacerlo, pues su trabajo implicaba el contacto con niños, así que si quería mantener su actividad deportiva, debía recibir el biológico.
Fue a inicios de diciembre cuando Csollány se contagió de Covid-19. Ingresó con neumonía a un hospital en Sopron, pero su estado empeoró de manera grave y tuvo que ser trasladado a un hospital de Budapest.
Para ese entonces, el atleta ya tenía que ser asistido por un ventilador externo. Su estado de salud se volvió tan crítico, que no pudo evitar la muerte.
Szilveszter Csollány fue un gimnasta que dominaba las anillas y que lo llevaron la ganar dos medallas olímpicas: una de plata en Atlanta 1996 y un oro en Sidney 2000, confirmando su estatus como el mejor en esta prueba.
En 2002 se convirtió en Campeón del Mundo, pero antes ya había ganado 5 platas en competencias internacionales: París en 1992, San Juan en 1996, Lausanne en 1997, Tianjin en 1999 y Ghente en 2001. Además tenía seis medallas más en Campeonatos de Europa, donde en 1998 ganó un oro.
(Foto: Ed Reinke/AP)
Cuando Csollány decidió retirarse de las competencias en 2003, no dejó la gimnasia de alto novel, pues se convirtió en entrenador.
Al llegar la pandemia de Covid-19, el atleta no ocultó su postura antivacunas y a través de sus redes sociales se mostraba escéptico sobre las dosis del biológico, sin embargo, tuvo que vacunarse para mantener su trabajo, pues estaba en constante contacto con niños.
Lamentablemente, el cuerpo de Szilveszter Csollány no resistió el embate del Covid-19 y falleció en este enero de 2022
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Video: La efectividad de las vacunas contra el Covid-19