¡Que comience la batalla!
Cuando te obligan a disfrazarte de lo que más odias...
La selfie antes de la tragedia
Qué bueno que llegaste a rescatarme, Karen
Esa carita lo dice todo, esto no va a terminar nada bien...
Ahora sí te gané, gato...
La maldad de los mishis no tiene límites...