Brasil fue elegido anfitrión del Mundial de 2014. De inmediato todos los aficionados de aquel país lo vieron como la oportunidad idónea para sacudirse los fantasmas del Maracanazo de 1950, donde Alcides Ghiggia y Uruguay les arrebataron el trofeo Jules Rimet.
La ilusión era palpable desde que arrancó la competencia. Comandados por Neymar La Seleçao no tuvieron ningún tipo de problemas para colocarse en la antesala a de la Final, donde sin saberlo, agregarían otra página oscura a un libro que hasta ese momento sólo contaba con historias extraordinarias.
Lee también Seleccionados tuvieron un éxito musical previo al Mundial de México 86 ¿Lo recuerdas?
El Estadio Mineirao de Belo Horizonte parecía únicamente una escala de Brasil antes de viajar a Río de Janeiro para protagonizar una nueva Final en el Estadio Maracaná. La emoción incrementaba con la posibilidad de que se diera un Clásico sudamericano contra Argentina en el duelo por el trofeo de la FIFA.
Pese a la baja de Neymar en Cuartos de Final, existía un ambiente de optimismo entre los aficionados brasileños. Todos imaginaban que el duelo frente a Alemania no tendría muchas complicaciones.
Sin embargo, fue todo lo contrario. Los habitantes de Brasil se caracterizan por ser alegres, animados y joviales. Nunca habían mostrado una cara de desesperación, decepción y derrota.
Un nuevo Maracanazo se estaba gestando dentro de la cancha. La Die Mannschaft estaba arrollando al Scratch du Oro. Una fiesta de goles alemanes se dio en el terreno de juego, en el que por momento sólo se escuchaban sus festejos. Río de Janeiro se había apagado.
Thomas Müller (11'), Miroslav Klose (23') Toni Kroos (24', 26') Sami Khedira (29'), André Schürrle (69', 79') fueron los verdugos de la Verdeamarela. Trascendió que la goleada pudo ser aún más humillante, pero los jugadores acordaron al medio tiempo que iban a bajar el ritmo.
De esta manera Brasil no pudo borrar el Maracanzo de 1950, además sumó la que sin duda es la peor derrota en su historia. Desde ese momento algo cambió en el equipo creador del Jogo Bonito, ya que no han vuelto a destacar en una Copa del Mundo.