Santiago Giménez se convirtió en la grata revelación de la cantera de Cruz Azul. Pese a las constantes críticas que recibía cuando debutó en La Máquina, muchas de ellas alegando que se debía a la mano de su padre, el Chaco Giménez, el delantero silenció a sus detractores con goles y buenas actuaciones.
El Bebote fue fundamental para que el cuadro celeste acabara con la larga sequía de títulos en Liga MX y se ganó un lugar en el equipo titular. Un año después, dio la sorpresa de su salida a Europa con el Feyennord. Pese a que vivía un sueño en su corta carrera, en primer revés llegó en el Mundial de Qatar 2022, donde lo descartaron de la competencia.
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Santiago Giménez tuvo un inicio meteórico en su carrera: se coronó con Cruz Azul, lo llamaron a la Selección Mexicana y un equipo de Europa lo fichó, todo esto a sus 20 años.
En el Feyenoord, pese a que se esperaba que llevaran su proceso sin prisa, de inmediato comenzó a meter goles y se ganó un lugar como titular. Parecía que su llamado era inminente para el Mundial de Qatar 2022.
Además, se sumó la lesión de Raúl Jiménez, quien estuvo arrastrando todo ese año una pubalgia que lo alejó de las canchas. Las otras opciones en la delantera eran Henry Martín y Rogelio Funes Mori.
Siendo atacante en mejor momento, en un club del Viejo Continente, no había nada que impidiera que el Bebote se perfilara para ser el hombre importante de Gerardo Martino en el Tricolor.
No obstante, el Tata Martino pensaba de manera totalmente diferente. A unos días de que arrancara la Copa del Mundo, el entrenador argentino dio su lista de 23 convocados: Santiago Giménez estaba excluido.
Raúl Jiménez, pese a su inactividad y a una lesión que claramente mermaba su desempeño, fue el elegido para acompañar al Tri. Las críticas no se hicieron esperar contra el estratega.
En la competencia, Jiménez pasó de noche. Ingresó de cambio en los tres partidos y no apostó nada al combinado nacional. Los otros delanteros tuvieron un paso igual de gris: Funes Mori no anotó y Henry logró hacerlo ante Arabia Saudita.