Hugo Sánchez es sin duda una figura icónica del futbol mexicano y su legado en las Copas del Mundo de la FIFA abarca tres ediciones, las de 1978, 1986 y 1994, donde dejó recuerdos imborrables para los aficionados de 'El Tri'.
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Su participación en diferentes ediciones de las justas mundialistas dio muestra de su talento, y su entrega con la selección mexicana en momentos clave.
Su presencia en el campo, su capacidad para generar peligro y su liderazgo dejaron una huella imborrable en la historia del futbol mexicano aunque para muchos haya reflejado una etapa gris y con pocos momentos de gloria a diferencia de su paso por clubes como el real Madrid.
Aún así, 'Hugol' fue un referente del Tricolor en la máxima cita futbolística, provocando que los defensores contrarios pusieran una especial atención en torno a él.
En su etapa como seleccionado, Hugo Sánchez disputó un total de ocho partidos y marcó un gol. En 1978, con solo 19 años, debutó en el Mundial de Argentina, siendo el jugador más joven de esa edición.
Jugando por la banda izquierda y portando el dorsal 11, participó como titular en los tres encuentros de la Fase de Grupos ante Túnez, Alemania y Polonia.
Aunque México no avanzó, la energía y el descaro del joven Hugo dejaron entrever su potencial, buscando siempre el área rival con un olfato goleador que lo caracterizaría.
Ocho años después, en el Mundial de México 1986, el 'Penta' llegó como la gran estrella del equipo y reciente fichaje del Real Madrid.
Como delantero centro y con el número 9, lideró a 'El Tri' en casa. En el primer partido contra Bélgica, anotó el segundo gol en la victoria 2-1, marcando su único tanto en Copas del Mundo.
Sin embargo, en el siguiente encuentro contra Paraguay, falló un penalti que pudo haber cambiado el rumbo del empate 1-1. México avanzó a Octavos de Final donde venció 2-0 a Bulgaria, pero en Cuartos de Final, Alemania eliminó a los anfitriones en una tanda de penales (4-1) tras un 0-0 en el Estadio Universitario.
En 1994, en el Mundial de Estados Unidos, Hugo Sánchez tuvo una participación más limitada. Con 35 años, solo jugó en el primer partido contra Noruega, que terminó en derrota 1-0.
En ese encuentro, los aficionados pudieron ver una de sus jugadas más emblemáticas: una chilena, seguida de su característica forma de levantarse del césped, demostrando que su calidad seguía intacta pese a la edad.