Suena como la peor pesadilla de cualquier hombre, pero es una realidad. Un paciente conmocionó a los doctores de una sala de urgencias en Nueva York cuando los especialistas descubrieron que su pene se había convertido ¡en hueso!

Todo comenzó cuando el hombre, de 63 años y con antecedentes de alcoholismo, acudió al hospital por un dolor de rodilla, después de haber sufrido una caída. El paciente dijo que caminaba con su bastón cuando cayó sobre sus nalgas.

Al ser examinado por los expertos, el paciente dijo que presentaba dolor en el pene. Como no presentaba ningún otro síntoma, los doctores decidieron practicar una radiografía pélvica.

En este estudio se mostraron “cambios degenerativos severos” en la cadera derecha. Además, se observaba una calcificación a lo largo del pene, por lo que los especialistas diagnosticaron la osificación de los genitales. Básicamente, se estaba creando una capa de hueso en su zona íntima.

A pesar de que los doctores no le dieron el alta, el paciente decidió irse del hospital. No se le practicó ningún seguimiento ni observación posteriormente.

El caso quedó recogido en el volumen 26 de la publicación médica , aunque no se detalla en qué fecha se registró la situación. En el texto, se explica que esta condición es “relativamente rara” y aparece en pocos estudios.

Los pacientes que son afectados por esta oscificación presentan una curvatura en el pene durante la erección. Aunque hay casos en los que no se siente dolor, en las formas más severas, hay malestar durante los estados flácido y erecto.

En esta publicación también se explica que la oscificación es provocada por la acumulación de sales de calcio en los tejidos blandos.

Esta condición puede ser resultado de enfermedades renales en etapas terminales o de un trauma repetido, entre otras causas. El tratamiento depende de la presencia de dolor, porque si no se presentan síntomas, “generalmente se manejan con observación”.

“Las personas con dolor agudo molesto o dolor leve crónico pueden tratarse con analgésicos orales, agentes tópicos, inyecciones intralesionales, estiramientos mecánicos o dispositivos de vacío y terapia de ondas de choque extracorpóreas”, explica la publicación especializada.

En casos recientes, incluso se ha usado una prótesis de pene inflamable como remedio ¡Ouch!

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