La pregunta que se hacen hombres y mujeres desde que surgió el término en la década de los 80 es: ¿Qué es el sexappeal? ¿Todos lo tenemos? ¿Es políticamente correcto utilizarlo?

Comencemos diciendo que la definición en español sería una especie de “tiene ese qué, que no sé qué es, pero me parece tan atractivo…” Lo hemos escuchado en todos lados, incluso, apuesto a que nos ha pasado. No se trata de que una persona sea atractiva físicamente, es decir, satisfaga aquello que buscamos en una pareja; se refiere simplemente, de una manera muy subjetiva, a la armonía que puede provocar el físico con la actitud.

En la historian podemos hablar de personas como Madonna o Robert DeNiro, quienes per se no cuentan con un cuerpo escultural o un rostro perfecto, pero combinan un toque de sexualidad con actitud y mucho talento.

De acuerdo con el portal , hay ciertas características con las cuales se puede contar para tener sexappeal: en las mujeres se trata de senos grandes, caderas amplias o cintura angosta, también largas piernas. Mientras, en un hombre tiene que ver con hombros anchos o piernas fuertes.

¿Usar o no tu sexappeal en el trabajo?
¿Usar o no tu sexappeal en el trabajo?

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Pero, hay un componente importante, el sexappeal es, por lo general, bien utilizado por su poseedores. Es decir, quienes se saben atractivos en esta forma que hemos descrito, suelen ser coquetos a la hora de conseguir algo. Entonces llega la siguiente cuestión ¿está bien utilizarlo para conseguir lo que queremos? ¿Cuándo utilizarlo?

Con base en el libro Capital erótico, el poder de fascinar a los demás de la psicóloga Catherine Hakim, la idea de utilizar el sexappeal en la oficina es correcta, pues considera que usarlo para conseguir lo que deseamos, es solo natural. “Si entiende el poder del capital erótico y el potencial que otorga en todas las situaciones sociales, indudablemente será exitoso en el trabajo, sus amistades, la política y la vida privada.” dijo en Hakim, entrevista para la

Entonces ¿está bien? No del todo. Hay opiniones encontradas, como las del investigador Iain Law, sociólogo de la Universidad de Birmingham, quien considera que utilizar el sexappeal, depende del entorno en el que uno se desenvuelve; usarlo cuando se es estrella de cine o cantante, es natural, pues propicia la venta de un producto, que es como se ofertan en las pantallas de televisión. Sin embargo, manejarse de una forma sensual para conseguir beneficios sobre sus compañeros de trabajo, no es justo.

¿Usar o no tu sexappeal en el trabajo?
¿Usar o no tu sexappeal en el trabajo?

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En este contexto, también podemos contar con opiniones más equilibradas como la de la socióloga María Do Mar Pereira, de la universidad de Warwick, quien asegura que el uso del atractivo depende del contexto y sobre todo, de quien lo ejerce. Como mujer se puede pensar que la sensualidad debe tenerse de manera impositiva, no como una elección, sino la obligación de utilizar el cuerpo o la coquetería para conseguir así y solo así, lo que se desea.

Las mujeres poderosas suelen colocarse como quienes más problemas tendrán a la hora de mostrar su sexappeal: al momento de intentar subir de categoría en una empresa o en un ámbito donde serán las lideresas, será complicado no creer que se consiguió a través del uso de sus atractivos, lo cual predispondrá a su equipo de trabajo al considerar que esta es la única manera que tendrá para sobresalir.

¿Usar o no tu sexappeal en el trabajo?
¿Usar o no tu sexappeal en el trabajo?

Imagen de Werner Heiber en Pixabay

El sexappeal en la entrevista laboral

Es un punto delicado, pues cualquiera que quiera conseguir un trabajo, tendrá que valerse de técnicas, no necesariamente profesionales, pues si se trata de obtener el puesto en 60 segundos estos son algunas técnicas en las que tendrás que deberás poner atención.

  1. La vestimenta: elegante y sobria, perfectamente bien planchada y que resalte tu tono de piel o complexión.
  2. El olor: Obviamente limpio; utiliza loción, de preferencia discreta.
  3. El movimiento: Utiliza tu cuerpo para complementar el lenguaje verbal.
  4. La sonrisa: No se trata de que rías todo el tiempo, pero sí de que no haya incomodidad en la entrevista
  5. Las ganas de conocerte: Invítalos a que quieran trabajar contigo. Menciona tus cualidades, sin ser egocéntrico.

Con información de

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