En la Final del Mundial de 1974, el mundo del fútbol fue testigo de un inicio electrizante que nadie esperaba. Apenas habían pasado 90 segundos desde el pitazo inicial cuando Holanda dio un golpe de autoridad.
Johan Cruyff, el mejor jugador de aquella 'Naranja Mecánica', fue derribado dentro del área rival luego de quitarse a un par de alemanes y, sin dudarlo, Johan Neeskens tomó el balón para cobrar el penal.
Lee también Andrés Vaca fue tachado como una 'vil copia del Perro Bermúdez' en sus inicios en Televisa
El holandés venció al portero alemán y puso el 1-0, apenas al minuto y medio del partido. Este fue un momento histórico, es hasta hoy, el gol más rápido en esa instancia, un récord que ya cumple más de 50 años y que nadie ha logrado romper.
Pero aunque ese gol tempranero hizo explotar a los aficionados naranjas, la historia estaba lejos de terminar ahí. Alemania no tardó en reaccionar. El empate llegó también desde el punto penal, con Paul Breitner encargándose de poner las cosas 1-1.
Antes de que terminara la primera parte, Gerd Müller, volvió a poner a su selección adelante con un gol que sería definitivo. Los teutones tomaron la ventaja y aunque Holanda intentó responder con su estilo de juego innovador para la época, no pudo igualar el marcador.
Sin embargo, aquel gol madrugador de Neeskens que hizo ilusionar a todo un país, hasta hoy, sigue marcando un hecho que luce difícil de romper... sólo el tiempo lo dirá.
Lee también ¿Cuántos campeones del mundo participaron en la película 'Escape a la Victoria'?