Frente a la mirada de visores del entrenador de la selección de Brasil, el italiano Carlo Ancelotti, Neymar mandó un aviso: está listo para volver a vestir la camiseta 10 de los pentacampeones mundiales tras casi dos años de espera.
Neymar hizo la noche del lunes uno de sus mejores partidos desde que regresó al Santos en enero pasado, al marcar dos goles -uno de penalti- y liderar una victoria 3-1 sobre el Juventude, penúltimo, en el cierre de la decimoctava jornada del Brasileirao.
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Una vez certificada la clasificación de Brasil al Mundial de 2026 en junio con un empate con Ecuador (0-0) y un triunfo ante Paraguay (1-0), delegados de Ancelotti iniciaron una gira por los estadios para monitorear posibles convocados de cara al cierre premundialista contra Chile y Bolivia el 4 y el 9 de septiembre.
Los focos están sobre Neymar, de 33 años
Su presentación del lunes en el estadio Morumbi, en Sao Paulo, fue vista in situ por el director deportivo de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Rodrigo Caetano; el coordinador técnico de la selección brasileña, Juan; y el preparador físico Cristiano Nunes.
Máximo goleador histórico de la selección con 79 anotaciones, el 10 jugó el último de sus 128 partidos con el equipo nacional el 17 de octubre de 2023.
Ese día abandonó la cancha en camilla, llorando, tras sufrir una grave lesión de ligamentos en la rodilla izquierda que le sacó de acción por meses. Brasil perdió 2-0 con Uruguay.
"Cada vez que estoy en la cancha, estoy con ganas. Necesitaba tiempo. Minutos", dijo el lunes a la prensa el atacante. "Sufrí, pero ya pasó", subrayó.
Ante la pregunta que hizo un reportero sobre la presencia de visores de Ancelotti en el Morumbi, de cara al Mundial de 2026, Neymar fue tajante: "No necesito probarle nada a nadie".
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