El 19 de septiembre de 1985, a las 7:19 de la mañana, un devastador terremoto de magnitud 8.1 en la escala de Richter sacudió a México. Con epicentro en la costa del Pacífico, este desastre natural fue uno de los más destructivos en la historia del país
La Ciudad de México, entonces Distrito Federal fue la zona más afectada, con miles de edificios colapsados o severamente dañados, incluyendo hospitales, escuelas, hoteles y viviendas.
Lee también: Se filtra el sueldo del portero Guillermo Ochoa con el AEL Limassol de Chipre
La infraestructura urbana quedó devastada: el suministro de agua, electricidad y comunicaciones colapsó, y colonias como Tlatelolco, Roma y Centro sufrieron daños catastróficos.
El sismo dejó a miles de personas sin hogar, lo que impulsó una movilización ciudadana sin precedentes para las tareas de rescate y apoyo.
Entre las muchas empresas afectadas, Televisa sufrió un impacto significativo. Sus instalaciones ubicadas en la Avenida Chapultepec colapsaron, incluyendo la torre de transmisión, lo que interrumpió sus operaciones y transmisiones.
Este daño afectó la capacidad de la empresa para informar sobre el desastre en tiempo real. Además, varios empleados perdieron la vida, y las instalaciones quedaron inutilizables por un tiempo, lo que obligó a Televisa a reubicar temporalmente sus operaciones y reconstruir parte de su infraestructura.
En medio del caos, la orden de Emilio Azcárraga fue clara: 'El show debe continuar'. Periodistas en ese entonces jóvenes como Enrique Burak, Raúl Sarmiento y Toño de Valdés improvisaron transmisiones desde oficinas prestadas de Cablevisión, usando monitores pequeños y micrófonos compartidos para narrar eventos deportivos.
"Esa noche que teníamos partido de americano, Minnesota vs Chicago. El partido ya iba diferido, lo íbamos a empezar a hacer a las 10, obviamente no podías transmitir desde dentro de Televisa. Entonces, lo hicimos en las oficinas de Cablevisión, que estaban en frente de Río de la Loza. Transmitimos, recuerdo, de pie, con un monitor así, chiquitito, blanco y negro. Toño de Valdés con un micrófono, y Pepe Segarra y yo con otro micrófono que nos lo íbamos pasando", recordó Enrique Burak en entrevista con el portal Mediotiempo.
Raúl Sarmiento llegó al edificio colapsado de Televisa, donde, junto a los directivos, ayudaron a rescatar compañeros de entre los escombros, sacando piedras con las manos mientras escuchaban voces atrapadas.
“Quería saber qué había pasado con Juan Dosal, con Toño de Valdés, que estaban en el noticiero cuando ocurrió esto”, recordó Raúl Sarmiento. “Y entonces fue cuando sorpresivamente empezamos a oír voces y empezamos a sacar compañeros de los escombros”
El 20 de septiembre, una réplica de 7.5 sacudió la ciudad, intensificando el miedo. Sarmiento y Arturo Rivera, enfrentando el caos y el olor a muerte en las calles, sorteó operativos militares para llegar a Televisa.
"No sabes qué miedo arriba del coche, el coche se hacía de un lado para otro. Fue espantoso, espantoso. Arturo me decía vámonos. Dejamos el coche en la casa de mis papás. Nos fuimos a dejar, ahí en las calles de Tepic, y empezamos a caminar", narró.
"Cruzábamos el parque, y el olor a muerto era terrible. Ver el centro médico destruido, yo no lo había visto. (...) El Ejército, te paraba con la bayoneta, '¿a dónde va? Como le dije, voy a Televisa y tengo que transmitir. No, no le creo. No, pues te pido que me crea porque yo tengo que seguir por esta calle que es Cuauhtémoc para llegar allá'. Entonces hablaban por el 'walkie talkie' (...). Ahí me di cuenta realmente de la magnitud de la desgracia. Ver a la gente llorando, tirada en el piso, enfermos, este, en camillas del hospital, el hospital infantil con bebés, los papás, todas las historias que hubo ahí. No, fue desgarrador", recordó.