Erik Lira está de regreso en Ciudad Universitaria, el estadio donde comenzó su carrera profesional. Aunque nunca pudo ser campeón con Pumas, el mediocampista celeste sueña con revertir esa historia ahora con Cruz Azul y coronarse en el mismo lugar que lo vio nacer como futbolista.
El volante cementero vive uno de los mejores momentos de su carrera, es titular indiscutible, ha sido convocado a la Selección Mexicana y además ha portado el gafete de capitán. Nada de esto llegó gratis, todo ha sido con trabajo y sacrificio: “Me he metido en entrenamientos bastante fuertes, soy un jugador que pone antes lo colectivo que lo individual”, afirmó en el día de medios de la final de Concacaf.
Este domingo, La Máquina tiene una nueva oportunidad para ganar un título, cuando enfrente al Vancouver Whitecaps en la final de la Concachampions. Pese al duro golpe de la eliminación ante América en semifinales del Clausura 2025, Lira confía en cerrar el semestre con gloria. “Cada vez nos hacemos más fuertes. Mañana es una gran oportunidad para hacer historia y no vamos a regalar nada en lo absoluto”.
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Para el mediocampista, levantar un trofeo en CU tiene un valor emocional especial, incluso si hoy defiende otros colores. “Como dices, fue el primer estadio en mi vida… si bien no es Pumas, hoy me debo a Cruz Azul, así que es nuestra casa, nuestra gente y nuestras familias, trataremos de dar lo mejor”.
El plantel se ha mentalizado para aprovechar esta final como una oportunidad histórica, tanto por lo que representa la Concachampions como por el crecimiento colectivo que han tenido. “No solo es un partido, se juega mucho lo mental, hemos crecido bastante”.
Además de la motivación deportiva, Lira también tiene un objetivo personal, que es emigrar a Europa. Por ello, trabaja día a día para seguir destacando. Su renovación con Cruz Azul va por buen camino, aunque con detalles aún por pulir. “Va bien, es un proceso largo. Yo tengo un sueño que es jugar en Europa, y hoy estoy en un momento cumbre de mi carrera”.
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La conexión con la afición ha sido clave en este proceso. Desde hace meses, el plantel se propuso llenar CU como símbolo de identidad y lo lograron. “Nos sentimos cómodos en nuestra casa, nada más lindo que coronarnos en nuestra casa con nuestra gente”.
En la antesala de la final, el mensaje del jugador es claro, hay confianza, motivación y un deseo profundo por escribir una nueva página en la historia de Cruz Azul.
