Brasileños salieron a las calles a protestar entre abril y julio del 2013 molestos por el gasto que el gobierno de su país hacía para llevar a cabo la Copa del Mundo del 2014 y los Juegos Olímpicos del 2016. El aumento de precio en el transporte público era una de las razones que tenía furioso a todo Brasil, a un año del Mundial.

Cuando Joseph Blatter — entonces presidente de la FIFA —  decidió a principios del nuevo milenio que el mayor torneo de futbol a nivel selección tendría una rotación continental en las sedes, nadie en el cono sur estaba preparado para ser recibir un evento de tal envergadura. Brasil fue designada como la sede del Mundial del 2014 un 30 de octubre del 2007 como única nación candidata, ante la baja de Colombia.

Así volvía a la justa mundialista al país que domina el futbol, o al menos eso dicen las cinco Copas del Mundo que residen en territorio brasileño. Luego de 64 años de haber sido sede del torneo intercontinental, Brasil recibía una vez más al mundo entero con los brazos abiertos, como el Cristo de Corcovado lo hace en lo más alto de Río de Janeiro.

Lee también

Fueron 32 selecciones las que participaron en una Copa del Mundo que por primera vez en mucho tiempo se veía duramente afectada por el nivel de competencia anual que existe en el futbol moderno. Nombres de la talla de Frank Ribery (Francia), Marco Reus (Alemania), Radamel Falcao (Colombia), Theo Walcott (Inglaterra) y Luis Montes  (México) entre otros, que vivían un gran momento en 2014, quedaron fuera del torneo por lesión.

Así, un 12 de junio del 2014 el ‘Brazuca’ — balón oficial del Mundial de Brasil — rodó en la Arena Corinthians de São Paulo. La manera en la que la selección brasileña entonó su himno nacional, previo al encuentro, erizó la piel del mundo entero. Aquel, más que un lábaro patrio, era un grito de autoridad. Brasil buscaba el sexto campeonato del mundo frente a su gente y con una generación de futbolistas con mucho talento y experiencia comprobada.

La fiesta, la samba, el carnaval brasileño invadió los estadios de futbol. En Brasil todo era fiesta durante la Copa del Mundo. El espectáculo en cancha sorprendió a propios y extraños. La campeona España daba la primera de ellas, siendo goleada por Holanda (hoy Países Bajos) — subcampeona del mundo — y posteriormente eliminada del torneo.

Las selecciones americanas alzaron la mano en la fase de Grupos. Solo Ecuador y Honduras no clasificación a los octavos de final. Incluso Estados Unidos logró sobrevivir a un grupo integrado por Alemania, Portugal y Ghana, dejando fuera a los dos últimos. Costa Rica y Uruguay, que a la postre tuvieron una memorable participación, dieron cuenta de Italia e Inglaterra en el Grupo D.

La justa continuó hasta el fatídico 8 de julio del 2014 cuando aquella generación brasileña fue eliminada de su propia Copa del Mundo. Aquella trágica tarde, Alemania goleó 7-1 a Brasil y la echó del torneo en la antesala de la final. El cuadro teutón se proclamaría tetracampeón del mundo tras derrotar por la mínima a la Argentina de Lionel Messi, convirtiéndose en la primera y única selección europea que gana un Mundial en América.

México en el Mundial de Brasil 2014

Brasil 2014 estuvo a punto de ser una misión fallida para México, que tuvo que disputar un penoso repechaje contra Nueva Zelanda para clasificar a la Copa del Mundo ante la imposibilidad de avanzar directamente en Concacaf.

Para colmo del conjunto que dirigió Miguel Herrera, le tocó compartir grupo con el anfitrión del Mundial; lo que reducía su posibilidad de avanzar a la fase de eliminación. La Selección Mexicana no se achicó y ante Brasil dio un gran partido en la noche que Guillermo Ochoa estuvo en boca de todo el mundo por sus milagrosas atajadas ante la Canarinha.

Lee también

Tras empatar en cantidad de puntos México avanzaría segundo por menor diferencial de goles a comparación de Brasil, solo para repetir la trágica historia que se repetía en cada edición de la Copa del Mundo: ser eliminados en octavos de final.

Esta vez, el contexto fue catastrófico para el tricolor. México estaba arriba en el marcador en el segundo tiempo tras un icónico gol de Giovanni Dos Santos. Wesley Sneider lo empataría a dos minutos de cumplir los 90’ de juego. En un abrir y cerrar de ojos, cuando el reloj estaba por expirar, Holanda se encontró a 11 metros de eliminar a México.

Un polémico penalti en contra de Arjen Robben, que desató toda una campaña nacional y que propició una ola de desinformación a través del internet, dio pauta para que Klass-Jan Huntelaar matara la esperanza mexicana de avanzar a cuartos de final, cerrando así una de las eliminaciones tricolores más dolorosas en la historia de la Copa del Mundo.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Comentarios