Un 2 de julio de 1994, el fútbol mundial se conmocionó cuando se dio a conocer el asesinato de Andrés Escobar, jugador de la Selección de Colombia, tras la eliminación en el Mundial de Estados Unidos.
Colombia iniciaba el torneo de aquel año con una sensación de optimismo. Venían de unas muy buenas eliminatorias, y les tocó compartir el Grupo A con Estados Unidos, Rumanía y Suiza.
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En el transcurso del certamen, en el partido contra los anfitriones, Escobar marcó un gol en propia puerta, lo que contribuyó a la derrota de Colombia por 2-1 y, eventualmente, a su eliminación de la Copa del Mundo.
Diez días después del autogol, ya en su país, específicamente en Medellin, el exfutbolista fue asesinado con seis balazos en el estacionamiento de una discoteca.
De esta desafortunada noticia, fue señalado Humberto Muñoz, el chofer de los hermanos Gallón, ligados al narcotráfico de Colombia.
Muñoz fue detenido ese mismo día y recibió una pena de 43 años, que luego bajó a 23. Sin embargo, en 2005, tras 12 años en prisión, se le permitió salir.
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