El cielo veraniego del Stade de France atestiguó el momento en el que Brasil perdió la corona del balompié internacional ante una anfitriona que firmó una noche de ensueño: Francia levantó por primera vez una Copa del Mundo. Y no lo hizo en hogar ajeno, sino ante su gente.
Un lejano 12 de julio de 1998 que marcó un antes y después en la historia de “Les Bleus”, ya que no habían clasificado a los dos Mundiales anteriores.
Aquella noche, hubo una figura que se robó los reflectores: el futbolista Zinedine Zidane, quien le propinó un doblete de cabeza a un “Scratch du Oro” indefenso, puesto que no lograron abrir el marcador para proteger su corona. La hazaña quedó sellada por un solitario gol de Emmanuel Petit, firmando un 3-0 que los convirtió en los “reyes” de la Copa del Mundo de Francia de 1998.
“Nunca he sido muy bueno con mi cabeza, pero afortunadamente logré hacerlo bien… ¡Dos veces! Es fabuloso marcar dos goles en la final. No hay nada mejor”, reconoció Zinedine para los micrófonos de la FIFA.
La travesía que terminó en la coronación de “Les Bleus” empezó con 32 equipos que, en territorio francés, disputaron 64 partidos; dejando un saldo final de 171 goles. De hecho, esto representó un aumento en los países participantes: hubo 8 invitados más.
Si bien, desde el silbatazo que marcó el inicio de la Copa, Brasil era el favorito para llevarse la gloria —destacando la figura de su estrella, Ronaldo— la anfitriona Francia desapareció por completo (0-3) al combinado que, cuatro años atrás, se impuso ante Italia.
Así cerró una noche de ensueño para “Les Bleus”, quienes tardaron 78 años en ganar el trofeo de una Copa del Mundo.
¿Y qué pasó con la Selección Mexicana?
Una vez más, la maldición del quinto partido acompañó el camino de México.
Aunque Luis “Matador” Hernández ilusionó con un gol que le dio, momentáneamente, la ventaja al combinado nacional, Alemania no tardó en recuperarse. El paso de la Selección Mexicana terminó, nuevamente, en los Octavos de Final, después de sufrir una dolorosa derrota (2-1) en el Stade de la Mosson de Francia.
Si bien los alemanes se tardaron setenta y cinco minutos en rescatar el partido, el primer tanto del rival fue suficiente para sepultar los ánimos del Tricolor, pese a que el “Matador” intentó rescatar el marcador.
La historia se repitió, así como cuatro años atrás… Y cuatro años después.
“Se le podía ganar, pero hicimos mal las cosas en los momentos adecuados. [...] Yo, la falla que tuve, hubiera sido el 2-0”, lamentó Hernández en entrevista para Versus Digital.
