En 1970, la Copa del Mundo se realizó en nuestro país por primera ocasión con 16 selecciones que buscaban alcanzar la gloria máxima.
Aquella edición del Mundial era apenas la novena de la historia y se realizó por primera vez en un país de la Concacaf y por cuarta en uno del continente americano, tras Uruguay, Brasil y Chile.
En aquella justa mundialista, Inglaterra se presentaba como monarca, luego de haber conquistado el trofeo cuatro años ante en su propia casa.
Aparte de Los Tres Leones, los otros favoritos para levantar el trofeo en México eran Alemania Federal, Unión Soviética, Italia y, por supuesto, Brasil.
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En la Copa del Mundo de 1970, La Verdeamarela contaba con dos títulos, por lo que, junto con Italia, eran los más ganadores.
Además, sus dos trofeos los acababa de conquistar en ediciones anteriores a Inglaterra 1966 (Suecia 1958 y Chile 1962). Por tal motivo, Brasil era un serio candidato a ganar el Mundial en nuestro país.
Contar con Edson Arantes do Nascimento, quien llegaba con 29 años a la justa mundialista, aumentaba sus posibilidades de ganar.
En aquella Copa del Mundo, Pelé cumplió con los pronósticos al guiar a La Verdeamarela al campeonato.
Con cuatro anotaciones, siendo el tercero en la lista de máximos goleadores del Mundial, y con seis asistencias, siendo la mayor cantidad para un futbolista en la historia del torneo de la FIFA, el astro brasileño fue pieza fundamental para que Brasil se bordara la tercera estrella en su escudo.
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Sin embargo, la actuación de Pelé en aquella Copa del Mundo también será recordada por una peculiar situación.
En 1970, el que es considerado el mejor jugador de todos los tiempos consiguió los tres mejores “casi goles” del certamen.
Con tres impresionantes acciones, Pelé demostró la genialidad que lo caracterizaba y que lo convirtieron en una leyenda del futbol.
En la primera, el bicampeón del mundo casi anotó un golazo desde la media cancha, cuando vio adelantado al portero checo Ivo Viktor y decidió sorprenderlo con un disparo por detrás del centro del campo. El balón pasó a centímetros del poste izquierdo de la meta de Checoslovaquia.
El segundo “casi gol” de Pelé se vivió en la Jornada 2 de México 1970, cuando Brasil se enfrentó a la campeona del Mundo: Inglaterra.
El brasileño remató un centro, por el carril derecho, con un potente cabezazo que, prácticamente, era imposible de ser detenido.
Sin embargo, Gordon Banks apareció de manera milagrosa y evitó, con su mano derecha, la anotación de Pelé. Incluso, su atajada es considera como la atajada del siglo.
La tercera acción que llamó la atención se dio en las semifinales, donde Brasil derrotó (1-3) a Uruguay, pero O Rei casi anotó un fantástico gol.
Pelé recibió un pase de Tostao y, ante la salida del arquero uruguayo Ladislao Mazurkiewicz, dejó correr el balón para ir alcanzarlo con la potencia que lo caracterizaba.
El astro brasileño logró engañar a su rival, llegó a su cita con el esférico, pero su definición se fue por un costado.
