Una camiseta roja para la selección de Brasil en el Mundial de 2026 fue vetada en medio de una ola de críticas en prensa y redes sociales, admitió el martes el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Samir Xaud.
La filtración a la prensa en abril de un prototipo rojo del fabricante estadounidense Nike para el segundo uniforme del equipo generó múltiples cuestionamientos, mientras Brasil se prepara para votar en elecciones generales el próximo año.
El rojo identifica al partido del presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, mientras que los seguidores del exdirigente ultraderechista Jair Bolsonaro suelen vestir en actos públicos la tradicional camiseta verdeamarela de la selección brasileña, ya clasificada a la Copa del Mundo de 2026.
"Mucha gente llevó todo al lado político. Yo no, lo llevé para el lado de Brasil, al de los colores de la bandera. Azul, amarillo, verde y blanco son los colores de nuestra bandera y son los que tienen que usarse", dijo Xaud al canal brasileño SporTV.
"Yo estuve totalmente en contra de la cuestión del rojo, pero no por ideología política. Quiero dejar eso bien claro", subrayó el dirigente.
Xaud añadió que se reunió de "emergencia" con Nike, proveedor de la indumentaria de Brasil, y pidió que "fuese detenida la producción". "Nike entendió (...) y comenzaron en seguida la producción de nuestro segundo uniforme, una camisa azul".
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La producción de la camiseta roja, que iba a ser la equipación alternativa a la verdeamarela de los pentacampeones mundiales y que, además, sustituía el logo de Nike por el logo de la línea Air Jordan, se inició en la gestión del destituido Ednaldo Rodrigues al mando de la CBF.
Xaud, de 41 años, asumió la presidencia de la organización en mayo.
Cuando se filtró el diseño rojo, el reconocido periodista Paulo Vinicius Coelho publicó en el portal UOL una columna en la que calificaba como una "falta de sensibilidad" la decisión de usar ese color, aunque entendía que buscaba "despolitizar el amarillo, secuestrado por un grupo político en los últimos años".
"Crear una camiseta roja, como la de los Chicago Bulls (de la NBA), con la marca de Michael Jordan, es una absoluta falta de sensibilidad. Mucho más porque el partido que vistió de amarillo la política podría confundirlo con el color de otro partido político", escribió.
Los brasileños han perdido interés en su equipo nacional en los últimos años. Algunos expertos señalan entre las causas del desencanto a la politización de la casaca verdeamarela.
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