El sueño de muchos iraníes de asistir al Mundial de 2026 se ha derrumbado antes de comenzar. La Federación iraní del deporte rey admitió que Estados Unidos no otorgará visados a quienes viven en Irán y que incluso algunos jugadores podrían quedar fuera de la cita mundialista.
Desde que Irán conoció el viernes pasado a sus rivales en el Mundial, que se celebrará entre junio y julio próximos en Estados Unidos, Canadá y México, muchos estaban haciendo planes para vivir de cerca el espectáculo.
Sin embargo, un día después se llevaron una desilusión al darse a conocer que Irán jugará sus tres partidos de la fase de grupos en las ciudades estadounidenses de Los Ángeles y Seattle, y que, debido a cuestiones consulares, la posibilidad de hacerse presente en el espectáculo mundial es casi nula, ya que Irán figura entre las naciones con veto migratorio del presidente estadounidense, Donald Trump.
El presidente de la Federación de Fútbol iraní, Mahdi Taj, a quien le fue denegada la visa para asistir al sorteo del Mundial, confirmó la noticia el martes en declaraciones a la televisión estatal.
“Los iraníes residentes en el país probablemente no recibirán visados para asistir a los partidos que la selección dispute en Estados Unidos”, afirmó.
El anuncio cayó como un jarro de agua fría entre los apasionados del deporte rey en Irán.
“Estoy decepcionado. Llevo meses calculando los gastos del viaje y pensaba que, por tratarse del Mundial, sería más fácil conseguir el visado de Estados Unidos”, lamenta Amir Hosein, de 38 años, quien contó a EFE que había quedado con varios amigos iraníes residentes en Los Ángeles.
Hamid, otro hincha de 45 años, relata sus recuerdos del anterior Mundial de Qatar, cuando tuvo la oportunidad de acompañar a su selección en la disputa contra Inglaterra.
“Fue una experiencia única. Quería ir a EE. UU. también, ya que creo que es muy probable que la selección pueda pasar a dieciseisavos o incluso octavos por primera vez”.
Irán se encuentra en el Grupo G del Mundial, junto con Bélgica, Egipto y Nueva Zelanda, y los aficionados consideran que se puede hacer historia y pasar por primera vez a la fase eliminatoria del la Copa del Mundo.
“Podemos vencer a Nueva Zelanda y Egipto”, dice Ehsan, de 29 años, quien trabaja como fisioterapeuta en un club de fútbol iraní.
Desafíos de la selección iraní
Esta apatía no es el único desafío de Irán de cara al Mundial.
El presidente de la Federación dijo esta semana que es posible que Estados Unidos no otorgue visas a ciertos jugadores que hayan hecho su servicio militar en órganos no avalados por ellos, en una clara referencia a la Guardia Revolucionaria, designada por Washington como organización terrorista desde 2019.
“Si por alguna razón le dicen a un jugador que no puede asistir, debemos tener un sustituto preparado. Aquellos que hayan cumplido el servicio militar en lugares que no están reconocidos oficialmente podrían enfrentar problemas”, dijo el máximo dirigente del fútbol iraní.
El servicio militar en Irán es obligatorio para todos los hombres al cumplir 18 años, y cada persona lo cumple de forma aleatoria en el Ejército o en la Guardia Revolucionaria.
Estados Unidos no concedió visas a los jugadores de la selección iraní de polo para participar en la Copa del Mundo, que se celebró en Virginia en octubre pasado.
Teherán y Washington mantienen una intensa rivalidad desde 1979, año del triunfo de la Revolución Islámica, que alcanzó uno de sus puntos más tensos en junio pasado, cuando Washington bombardeó tres instalaciones nucleares iraníes en medio de la guerra entre Israel y el país persa.







