Miguel Gamero tiene que mostrarse fuerte ante su equipo. Se nota en su rostro, se nota en su voz. La derrota ante Países Bajos dolió, dolió demasiado en el seno del conjunto mexicano. El quedarse a un paso del sueño de jugar la final y buscar el campeonato, amarga.
Pero hay que mirar hacia el frente, hacia el juego por la medalla de bronce, por el tercer lugar donde se medirán ante Brasil.
“Las jugadoras se merecían algo más, de eso estoy totalmente convencido”, dijo el entrenador al término del juego por las semifinales, en el cual el Tricolor cayó ante las neerlandesas por la mínima diferencia.
No hay pretextos, no hay excusas, “hay que aceptar la derrota”, recalca. Y lo ve con optimismo: “Cualquiera de los demás participantes quisiera estar en nuestro lugar, compitiendo por un tercer sitio”.
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La Selección Mexicana hizo un torneo digno. Quedó en segundo lugar de su grupo, un sector de donde salieron los finalistas: Corea del Norte y Países Bajos. En octavos de final se derrotó a Paraguay y cuartos se venció por la vía de los penaltis a Italia.
Ahora las chicas se quedaron cortas: “¿Qué faltó? Fueron detalles, detalles. Un gol nos cuesta el partido. Pero destaco la lucha de las jugadoras, querer empatar hasta el final. Ahora hay que ir por el tercer sitio”, reflexionó Gamero.
Un tercer sitio que interesa al técnico nacional, que interesa a las seleccionadas, al futbol mexicano femenil, es por eso por lo que se afrontará el juego ante las brasileñas, con gran seriedad: “Tenemos que mantener el espíritu, la intensidad, el querer estar, será difícil pero podemos luchar para estar por el tercer lugar”.
El juego se celebrará el próximo sábado, previo a la gran final.







