En el Mundial de Italia 1934, enfrentó uno de los episodios más oscuros de la historia del futbol.

En los Cuartos de Final, la selección española cayó ante el anfitrión en dos partidos violentos y plagados de errores arbitrales, dentro de un duelo conocido como "la batalla de Florencia".

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En aquel entonces, Ricardo Zamora, legendario portero, no ocultó su indignación: "Nos birlaron el partido, que ha sido nuestro casi siempre, aunque con una dureza extraordinaria. Fue indignante el gol que nos metieron y el gol que nos anularon".

El torneo no fue un evento deportivo cualquiera. Benito Mussolini, dictador italiano, utilizó el Mundial para exaltar el fascismo, al igual que Hitler lo haría en los Juegos de Berlín 1936.

Italia, reforzada con jugadores nacionalizados como los argentinos Luis Monti y Enrique Guaita, debía ganar a cualquier costo. España, con un equipo liderado por Zamora y jugadores como Isidro Lángara, llegó camuflada tras eliminar a Brasil (3-1) en Octavos.

¿Cómo fue el primer partido de Cuartos de Final entre Italia y España?

El 31 de mayo de 1934, en el Stadio Giovanni Berta, Italia y España protagonizaron un choque brutal. España se adelantó con un gol de Regueiro, pero Italia empató antes del descanso con un tanto de Ferrari, en el que Schiavio agarró a Zamora sin que el árbitro belga Joel Baert señalara falta.

La dureza italiana fue consentida: penaltis no pitados a Iraragorri y Gorostiza, un gol anulado a Lafuente por un inexistente fuera de juego y una patada a Zamora en un ojo. El partido acabó 1-1.

Zamora, furioso, describió la jugada del empate italiano: "Para empatar, me hicieron falta. Schiavio me alcanzó con dos soberbios puñetazos que me enviaron a sentarme al fondo de la red".

Jacinto Quincoces, años después, recordó el gol anulado a Lafuente: "Hizo todo un jugadón, se escapó de los defensas italianos, y en jugada personal marcó el 2-1. Nos reímos cuando el árbitro dijo que era fuera de juego".

El desempate, 24 horas después, fue aún más cruel. España, sin Zamora, Ciriaco, Lafuente, Iraragorri, Gorostiza ni Lángara por lesiones, enfrentó a una Italia igual de agresiva.

¿Quién fue el árbitro sancionado de por vida debido a su actuación en el juego de desempate?

Se trata del árbitro suizo René Mercet, quien anuló dos goles legales a Regueiro y Quincoces y validó el 1-0 de Guiseppe Meazza, pese a una obstrucción a Nogués.

La FIFA y la federación suiza suspendieron a Mercet de por vida por su actuación.

España regresó como héroe, recibiendo la encomienda de la orden de la República. Italia, impulsada por Mussolini, ganó el Mundial tras vencer 2-1 a Checoslovaquia en la Final.

La justicia para España llegaría 76 años después, con el título en Sudáfrica 2010.

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