Después de que se celebró la Copa del Mundo de Italia 1934, las reglas no escritas de la FIFA indicaban que la sede tenía que irse a América, o Sudamérica para ser más exactos.
Argentina tenía que ser el país elegido, así había quedado en charlas no oficiales, pero al final la votación decidió que fuera Francia, país de Jules Rimet, quien fue el principal impulsor de la creación de la FIFA y los torneos mundiales. Además de que en Europa se asomaban los vientos de la guerra, por lo que Rimet pensó que este torneo sería la despedida de lo que había nacido como una buena idea.
El torneo fue conformado por 16 selecciones, en su mayoría europeas, ante el boicot sudamericano que protestó ante la falta de palabra de la FIFA. Por América sólo fueron Brasil, que rompió la hermandad sudamericana y Cuba, que acudió a su único Mundial porque todos sus rivales renunciaron a participar. Por Asia acudió el equipo de Indias Orientales Neerlandesas.
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El formato fue el mismo que en Italia 1934, los juegos comenzaron en octavos de final, a eliminación directa. Francia, la nación anfitriona derrotó 3-1 a Bélgica. La campeona del mundo vigente, Italia, despachó 2-1 a Noruega en tiempo extra.
Brasil también tuvo que recurrir al tiempo suplementario para derrotar a Polonia, 6-5, con el nacimiento de la primera figura brasileña de los mundiales: Leónidas, el creador de la “bicicleta”.
Checoslovaquia goleó 3-0 a la entonces Holanda en tiempo extra. Cuba sorprendentemente derrotó a Rumania 2-1 en segundo partido. Suecia avanzó a cuartos al no presentarse el equipo de Austria, que acababa de ser anexado por la Alemania Nazi.
Hungría goleó 6-0 a las Indias Orientales y Suiza derrotó 4-2 a Alemania en segundo partido. En cuartos de final avanzaron Italia que derrotó a Francia (3-1). Brasil que echó a Checoslovaquia (2-1) en segundo juego. Suecia goleó a Cuba (8-0) y Hungría pasó sobre Suiza (2-0).
En las semifinales, Hungría obtuvo la victoria sin problemas sobre Suecia y en un partido muy polémico, manchado por el arbitraje, Italia derrotó a Brasil (2-1).
Y así llegó el partido por la gran final entre Hungría a Italia. La anécdota señala que el técnico de la Azzurri, Vittorio Pozzo, antes de salir al campo recibió un mensaje del Duce, Benito Mussolini, gobernante italiano que decía: “Vencer a morir”, lo que se tomó como una directa amenaza de que si no se ganaba, podría haber fuertes consecuencias para el entrenados y los jugadores. Mussolini había utilizado el mismo método para “motivar” a su equipo en la final del Mundial de 1934, celebrado en casa.
La motivación funcionó: Italia, saliendo un poco del sistema defensivo que tanto les había resultado, ganó 4-2 con dos tantos de sus gran figura, Silvio Piola, y Pozzo se volvió el único entrenador que, hasta la fecha, ha conquistado dos Copas del Mundo de forma consecutiva.
Así, el podio quedó de la siguiente forma: Italia, campeón; Hungría, subcampeón y Brasil en tercer lugar, derrotando a Suecia en el juego por ese honor. El campeón goleador fue Leónidas de Brasil, que hizo siete tantos.
¿QUÉ PASÓ CON MÉXICO?
La Selección Mexicana desistió de acudir al Mundial de Francia 1938. Se habla de que la razón más poderosa fue que los dirigentes de aquella época decidieron unirse al boicot sudamericano, y no participar en el evento.
Además de que los problemas bélicos no garantizaban gran seguridad para la delegación que acudiera. La segunda habla de que los federativos estaban desanimados por no acudir al Mundial de 1934 en Italia, y mencionaron que no se podía armar un equipo de nivel para competir...
