Una fractura en un entrenamiento nublado frustró las esperanzas de la Selección Mexicana y la carrera de un talento único.
Era un martes nublado, a días del arranque de la Copa del Mundo de México 1970, cuando el destino cambió para Alberto Onofre, el volante que prometía llevar al Tricolor a lo más alto dentro del Mundial.
Considerado un “10” clásico, Onofre brillaba en las Chivas, un equipo que despedía su era del Campeonísimo, pero veía en él una nueva esperanza.
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Su talento, según periodistas y compañeros de la época, era excepcional, algo nunca antes visto en el futbol mexicano.
Con él, el equipo dirigido por Raúl Cárdenas soñaba con superar la primera fase y, quizás, alcanzar las Semifinales en el Mundial que se jugaría en casa. Pero el martes fatídico lo cambió todo.
¿Cómo fue la desafortunada lesión de Alberto Onofre?
En el Centro de Capacitación, la Selección realizaba un entrenamiento ligero, una “cascarita” sin mayor trascendencia. Los jugadores usaban tenis, el pasto estaba húmedo por una leve llovizna. Nadie imaginaba que ese momento marcaría un antes y un después.
Onofre, en plena conducción del balón, dribló a Ignacio Basaguren, pero al intentar evadir a Juan Manuel Alejándrez, todo salió mal.
El lateral de Cruz Azul, resbaló en su intento por quitarle el balón y terminó impactando la pierna de Onofre. El sonido de la fractura resonó en el campo.
Javier de la Torre, auxiliar técnico, lo escuchó desde un balcón a 80 metros y bajó corriendo, sabiendo que algo grave había pasado.La lesión fue devastadora: una fractura con desplazamiento que dejó a Onofre fuera del Mundial.
Para México, fue como perder a Diego Maradona antes de 1986. Onofre no era solo un jugador, era el líder, el eje del equipo. Sin él, las expectativas se derrumbaban. La Selección quedó a la deriva, y aunque compitió, no logró el sueño de avanzar lejos.
Onofre tardó un año en volver a las canchas, pero su carrera nunca recuperó el brillo que prometía. Aquel martes nublado no solo fracturó su pierna, sino también las ilusiones de un país que veía en él a su gran estrella.
Para Onofre y los aficionados, siempre quedará la pregunta: ¿Qué habría pasado si no se hubiera lesionado?
México terminó la Fase de Grupos con un empate (0-0) ante la Unión Soviética y dos dos triunfos ante El Salvardos (4-0) y Bélgica (1-0). Sin embargo, todo se derrumbó en los Cuartos de Final, donde Italia despachó a los mexicanos con una goleada de 4-1 en la Bombonera de Toluca.
