La relación entre Estados Unidos e Irán ha sido conflictiva durante décadas y los recientes ataques contra la base militar estadounidense en Qatar, en respuesta al bombardeo norteamericano a las instalaciones nucleares iraníes el sábado pasado, son nuevos episodios del enfrentamiento político. Sin embargo, hace 27 años, en el Stade de Gerland de Lyon, las selecciones de ambos países se enfrentaron en el segundo partido de la fase de grupos del Mundial Francia 1998 y, ante los ojos del mundo, ofrecieron un mensaje de paz.
Junto a Alemania y Yugoslavia, Estados Unidos e Irán compartieron el grupo F en territorio francés. Esta fue la primera aparición del país asiático en una Copa del Mundo desde Argentina 1978 y desde el sorteo llevado a cabo varios meses antes, el aspecto futbolístico de este choque se vio eclipsado por el morbo político y social.
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No era para menos. El pueblo iraní tenía identificado a Estados Unidos como "el gran Satán", apodo cortesía del líder ayatolá Ruhollah Jomeini, y el partido se disputó 18 años después de la toma de 52 rehenes estadounidenses, que fueron privados de su libertad por 444 días por partidarios de la revolución iraní. La relación empeoró años más tarde después de la invasión de Irak a Irán en 1980, lo que dio inicio a una guerra que duró ocho años en la cual Estados Unidos fue acusado de apoyar a Irak con la venta de armas.
Jalal Talebi, quien fuera el entrenador de Irán en esa Copa del Mundo, confesó en entrevista con ESPN que "la gente empezó a hablar de este partido seis meses antes del Mundial. Todos los días, alguien del gobierno o del mundo del deporte preguntaba y quería ganarlo".
Su símil estadounidense, Steve Sampson, confesó en el mismo reportaje que "el régimen iraní odiaba a Estados Unidos. Por eso ese partido fue tan importante a nivel mundial y tuvo tanta importancia. Tanto como el aspecto futbolístico como el aspecto político".
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Irán llegó a este partido tras perder con Yugoslavia (1-0) en el debut y Estados Unidos cayó frente a Alemania (2-0). Por lo que ambos necesitaban una victoria para mantener vivas las esperanzas de avanzar a la siguiente fase.
Hank Steinbrecher, entonces secretario general de la Federación de Futbol de Estados Unidos, recordó con ESPN el sorteo para ese Mundial y no pudo evitar darle un tinte político al partido.
"Empieza el sorteo y el primer equipo que nos toca es Alemania. Veamos: hemos tenido dos guerras mundiales contra ellos, y son realmente buenos. El segundo equipo es Yugoslavia. ¡Genial! Jugamos contra Yugoslavia. Los estamos bombardeando ahora mismo. El tercero es Irán. ¡Genial! Pensé: 'Esta va a ser una Copa muy difícil'" declaró.
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El día del partido, por iniciativa de Estados Unidos, los países se tomaron la tradicional foto de equipo todos juntos, en lugar de tener dos fotos separadas. En la reunión de logística una noche antes, los delegados iraníes no querían que sus jugadores le dieran la mano a los estadounidenses, pero terminaron cediendo ante la presión de FIFA y además, terminaron por entregarle flores blancas al conjunto de las barras y las estrellas.
Finalmente, ese partido, lleno de emoción y tensión, lo ganó Irán por 2-1 gracias a los goles de Hamid Reza Estili y Mehdi Mahdavikia, mientras Brian McBride anotó el único gol norteamericano. Con ese triunfo, el conjunto asiático dejó fuera de la Copa del Mundo a Estados Unidos.
Omid Namazi, entrenador asistente de la selección nacional iraní entre 2011 y 2014, confesó a CNN que "vencer a Estados Unidos fue una especie de venganza para el pueblo”.
“Sienten que han sido oprimidos y sancionados por Estados Unidos durante mucho tiempo, y esto ha afectado mucho la vida de la gente y la economía del país. Así que se sintieron aliviados. Se sintieron bien por ello” agregó.
REENCUENTRO MUNDIALISTA EN 2022
Después del triunfo iraní en 1998, considerado uno de los preocupes fracasos en la historia del futbol estadounidense, la FIFA los reencontró en una Copa del Mundo 24 años más tarde, en la fase de grupos de Qatar 2022.
Nuevamente, la previa estuvo cargada de simbolismo político, ya que la Federación de Futbol de Estados Unidos eliminó el emblema de Irán en su bandera en redes sociales como una forma de apoyar a protestantes.
Esta vez, el partido era para ver quién clasificaba a los octavos de final y fue Estados Unidos quien cobró venganza de Francia 1998 con un triunfo 1-0 gracias al gol solitario de Christian Pulisic.
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