Los autogoles en los Mundiales de futbol son momentos que, aunque desafortunados, han dejado una marca imborrable en la historia del torneo por su impacto, dramatismo o su naturaleza absurda.
A lo largo de las ediciones de la Copa del Mundo, se han registrado 54 goles en propia puerta desde Uruguay 1930 hasta Qatar 2022, algunos con consecuencias trágicas, otros con un toque de comedia y varios que cambiaron el rumbo de partidos clave.
De los 2 mil 720 goles marcados en las 22 fases finales de la Copa del Mundo, solo 54 han sido en propia puerta. Los jugadores de México han marcado cuatro goles en propia puerta cada uno, de hecho el primero en la historia fue marcado por un futbolista tricolor.
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Mientras tanto, Francia ha sido la selección que más se ha beneficiado de los autogoles, pues ha tenido que agradecer en seis ocasiones a sus oponentes por sus anotaciones en marco propio.
¿Cuáles son los autogoles más recordados en la historia de los Mundiales?
El primer autogol
El jugador del Atlante, Manuel 'Chaquetas' Rosas debutó en la primera Copa del Mundo de 1930 que albergó Uruguay. México participó y a pesar de haber caído en su tres juegos, también se llevó un récords más: el primer autogol, anotado por el azulgrana.
México llegó a la justa ilusionado por ser parte de la historia del futbol mundial, en su debut cayó ante Francia 4 goles a 1. Días más tarde, enfrentó a Chile en el Parque Central Montevideo.
El 'Chaquetas' fue titular con el Tricolor, pero para su mala fortuna, anotó en su propia portería. Corría el minuto 51 cuando Rosas dio un pase que fue directo a su portería. El equipo chileno se llevó la victoria al vencer al Tri 3 a 0.
A pesar de este error, Rosas se redimió en el mismo torneo al anotar un doblete contra Argentina, siendo el primer jugador en lograrlo en un Mundial. Este autogol, aunque no tuvo grandes consecuencias en el torneo, marcó un precedente histórico como el primero de su tipo en la justa.
El primero en un partido de desempate
En el Mundial de Francia 1938, el suizo Ernst Loertscher se convirtió en el protagonista del primer autogol registrado en un partido de desempate, durante el encuentro entre Suiza y Alemania.
En un intento por cortar un avance alemán, Loertscher desvió el balón hacia su propia portería, dando una ventaja temprana a los alemanes. Sin embargo, Suiza reaccionó en la segunda mitad y logró una victoria contundente por 4-1, haciendo que el autogol quedara como una anécdota.
El primer autogol televisado a nivel global
El Mundial de Argentina 1978 fue testigo del primer autogol televisado a nivel global, protagonizado por el holandés Ernie Brandts en el partido contra Italia.
En un encuentro reñido, Brandts marcó en propia puerta, dando una ventaja momentánea a los italianos. Sin embargo, el mismo jugador anotó un gol a favor de Holanda más tarde en el partido, ayudando a su equipo a remontar y ganar 2-1.
El autogol que le costó la vida
Uno de los autogoles más trágicos y recordados ocurrió en el Mundial de Estados Unidos 1994, cuando el colombiano Andrés Escobar desvió un centro al intentar bloquearlo en el partido contra el anfitrión.
Este gol en propia meta, en el minuto 35, contribuyó a la derrota de Colombia por 2-1 y a su eliminación en la fase de grupos, frustrando las expectativas de una generación dorada liderada por jugadores como Carlos Valderrama y Asprilla.
Trágicamente, días después de regresar a Colombia, Escobar fue asesinado, un hecho que muchos relacionaron con este autogol, marcando uno de los momentos más oscuros en la historia del futbol.
En el partido inaugural de un Mundial
En el primer juego del Mundial de Francia 1998, el escocés Tom Boyd protagonizó un autogol contra Brasil, el campeón defensor.
En un intento por despejar un balón en el área, Boyd desvió la pelota hacia su propia portería, consolidando la victoria brasileña por 2-1.
Este Mundial destacó por su marca de seis autogoles, pero el de Boyd destacó por ocurrir en un partido de alta visibilidad contra una potencia futbolística. Aunque no tuvo consecuencias tan graves como el de Escobar, el error de Boyd quedó grabado en la memoria de los aficionados escoceses como un momento de mala fortuna.
Dos en un mismo partido
El Mundial de 2002 fue testigo de un partido inusual entre Estados Unidos y Portugal, donde ambos equipos se anotaron autogoles.
Primero, Jeff Agoos, de Estados Unidos, marcó un gol en propia meta con una volea espectacular pero desafortunada, digna de un delantero, que puso a Portugal en ventaja. Minutos después, Jorge Costa, de Portugal, también anotó en su propia portería, equilibrando el marcador.
Estados Unidos aprovechó el impulso y ganó 3-2, en una de las sorpresas del torneo.
En casa ante su propio público
En el Mundial de Brasil 2014, el optimismo entre los locales se dejaba ver, una nueva Copa del Mundo en su país podría significar el sexto título y la selección brasileña se medía ante Croacia en la Arena Corinthians de Sao Paulo por el duelo inaugural de la justa.
La sonrisa en los rostros de los aficionados de la canarinha se borraría apenas a los 10 minutos cuando Marcelo tocó la pelota tras un centro raso y la metió en la portería defendida por Julio César.
Con este error, Marcelo se convirtió en el primer, y hasta ahora el único, jugador de Brasil en anotar en propia puerta en toda la historia de los Mundiales.
El más rápido en los Mundiales
El autogol más rápido en la historia de los Mundiales ocurrió en Brasil 2014, cuando el bosnio Sead Kolašinac desvió un balón a su propia portería a los 2 minutos y 9 segundos del partido contra Argentina.
Este error, que superó el récord previo de Carlos Gamarra en 2006, puso a Bosnia en desventaja temprana y contribuyó a su derrota por 2-1. El autogol de Kolašinac es memorable no solo por su rapidez, sino porque ocurrió en un contexto de presión contra una Argentina liderada por Lionel Messi, marcando un inicio desastroso para el debut de Bosnia en un Mundial.
Otro para México
El Mundial de Rusia 2018 batió récords con 12 autogoles, y uno de los más destacados fue el del mexicano Edson Álvarez contra Suecia.
En el minuto 74, Álvarez empujó el balón con el muslo hacia su propia portería, contribuyendo a la derrota de México por 3-0.
Este autogol fue significativo porque ayudó a establecer el récord de más goles en propia meta en un solo Mundial y porque ocurrió en un partido crucial de la fase de grupos. A pesar del error, México avanzó a octavos de final.