, conocido como el 'Doble Ancho' por su estilo de juego rudo y efectivo, es una figura única en la historia del futbol mundial y sobre todo por ser el único jugador que disputó dos Finales de la justa con el mismo número de selecciones.

Nacido en 1901 en Argentina, disputó las finales de la Copa del Mundo con dos selecciones distintas: Argentina en 1930 e Italia en 1934.

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Este extraño caso lo consolidó como un ícono del deporte, aunque su anécdota estuvo marcada por presiones extradeportivas y amenazas que dejaron una huella imborrable.

En 1930, Monti fue parte del equipo argentino que alcanzó la Final del primer Mundial, celebrado en Montevideo.

En el partido inaugural contra Francia, marcó el primer gol de Argentina en la historia de los mundiales, asegurando una victoria por 1-0.

¿Qué tipo de amenazas recibió en la Final de 1930?

Sin embargo, en la Final contra Uruguay, el ambiente era hostil. Horas antes del encuentro, los jugadores argentinos recibieron amenazas anónimas que advertían represalias contra sus familias si ganaban.

“En 1930, en Uruguay, me querían matar si ganaba”.


Luis Monti, exjugador de Argentina

La presión afectó al equipo, que cayó 4-2 ante Uruguay, dejando a Argentina con el subcampeonato y a Monti como blanco de críticas.

Tras el Mundial, Monti emigró a Italia, donde su ascendencia le permitió jugar con la Juventus y la Lazio.

En 1934, fue convocado por el entrenador Vittorio Pozzo para la selección italiana, que organizaba el Mundial.

¿Quién lo amenazó cuatro años después en Italia 1934?

El contexto era igualmente tenso: el dictador Benito Mussolini, obsesionado con la victoria, envió un mensaje al equipo antes de la final contra Checoslovaquia: “Vencer o morir”.

Las familias de los jugadores, nuevamente, estaban en la mira. Italia ganó 2-1, y Monti se convirtió en campeón mundial, completando su hazaña histórica.

“Cuatro años después, me querían matar si perdía".


Luis Monti, exjugador de Italia

¿Por qué motivo era apodado como el 'Doble Ancho'?

El apodo 'Doble Ancho' reflejaba su presencia imponente en la cancha. Su talento ya había brillado en los Juegos Olímpicos de Ámsterdam 1928, donde Argentina obtuvo la medalla de plata, abriendo las puertas a su participación en el Mundial de 1930.

Luis Monti. FOTO: ESPECIAL
Luis Monti. FOTO: ESPECIAL

Sin embargo, las amenazas de vida o muerte marcaron su carrera dentro del terreno de juego. Se dice que Mussolini, fascinado por su habilidad, influyó directamente en su incorporación a la selección italiana, un movimiento que cambió el rumbo de su vida.

De esta manera se convirtió en el único futbolista en la historia en disputar dos finales mundialistas con diferentes selecciones.

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