La "Talacha" se ha convertido en un refugio para muchos futbolistas mexicanos que, tras acabar su carrera profesional, buscan mantener viva su pasión por el juego.
En estas competencias, que se desarrollan en canchas populares y torneos locales, los exjugadores encuentran un espacio donde la exigencia es menor, pero la emoción y el cariño de la gente se mantienen intactos.
Uno de los más recientes jugadores que se han involucrado en este tipo de torneos es Pablo Barrera, exjugador de Querétaro y Pumas, quien, luego de disputar su último partido en la Liga MX, sorprendió al sumarse al Cusco FC.
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El atacante, quien tuvo un paso por el futbol de Europa, fue uno de los refuerzos estelares del equipo, que logró, tras noventa minutos, llevarse el trofeo de la V Copa Agustín Alonso, disputada en Morelos al vencer (2-1) a los Armadillos FC Tepalcingo.
"Estoy muy contento; siempre jugar al futbol, para mí, es lo bonito, en Primera División, amateur o lo que sea. Ver este ambiente es muy bonito y estoy muy contento. Disfruto este triunfo y nada más. Siempre estaré agradecido con la institución y me siento contento con el campeonato. Muy padre porque es mi primera vez que vengo a jugar, como le llaman, a la talacha, y la verdad es muy padre", mencionó Barrera, quien, junto a su club, se quedó con un premio económico de dos millones de pesos.
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