, pese a su enorme trayectoria que logró en el futbol, no tiene muchos amigos. Su peculiar forma de ser le ha acarreado infinidad de detractores tanto en México como fuera del país.

Tan sólo, en la Selección Mexicana nunca se llevó bien con sus compañeros. En el Mundial de 1986 trascendió su enemistad con Tomás Boy. Y se reveló que en clubes tampoco fue muy querido, al grado de ser tachado de “traicionero y desleal”.

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¿Quién reventó a Hugo Sánchez?

Hugo Sánchez ha manifestado en más de una ocasión que sufrió discriminación en sus primeros años en España. Tras ser fichado por el Atlético de Madrid en 1981, contó que la pasó muy mal en los primeros tres meses lejos de casa.

“En esos tres meses, que fueron los peores meses que pasé en mi vida, vi titulares en los periódicos que decían 'queremos futbolistas, no mariachis'. Y en la tribuna me gritaban: 'indio, cabrón, irás al paredón'", reveló Hugol en un documental.

Esas palabras lo único que hicieron fue enfurecer a un compañero que tuvo con los Colchoneros: Rubén Cano, quien lo tachó de malagradecido, debido a que él y varios compañeros le habían tendido la mano para que no la pasara mal.

Rubén Cano y Hugo Sánchez estuvieron juntos en el Atlético de Madrid durante un año. Foto: Especial
Rubén Cano y Hugo Sánchez estuvieron juntos en el Atlético de Madrid durante un año. Foto: Especial

“(Hugo Sánchez) es la peor persona que tuve como compañero en todos los equipos en los que jugué: traicionero y desleal como no conocí a ningún otro. No dejó amigo ni en el Atlético ni en el Madrid, ni debe tener en México, y lo digo porque el primer año casi convivimos y ayudamos mucho", comentó el exjugador del Atleti de 1976 a 1982.

Cano incluso dejó mal parada a la que era esposa en ese momento del Penta, Emma Portugal, ya que señaló que en reuniones que hacían para ver los partidos entre las parejas de los futbolistas, ella festejaba los goles en contra del Atlético de Madrid cuando dejaban a Hugo Sánchez en la banca.

"Tan mal persona que, cuando íbamos a jugar fuera, las esposas se juntaban a jugar a las cartas o al bingo y si él entraba de suplente, la mujer festejaba los goles del contrario y demostraba que quería que el Atlético perdiera. Eso hizo que nos distanciáramos", finalizó.

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