El futbol mexicano suele sacar a jugadores con mucho talento, pero nunca logran explotar todo su potencial en la cancha. Usualmente se debe a la falta de compromiso con sus respectivas carreras y a las constantes indisciplinas.
Algunos de ellos han llegado jóvenes a la Selección Mexicana, donde gracias a sus cualidades brillan y se convierten en promesas que nunca llegan a consolidarse. Uno de los casos más claros es el Miguel Zepeda, que pese a que futuro prometedor, en un abrir y cerrar de ojos desapareció del radar.
Lee también Esto dijo Pietrasanta de Martinoli y Luis García sobre sus transmisiones en YouTube de la Copa Oro
¿Qué le pasó a Miguel Zepeda?
De la mano de Ricardo La Volpe, Atlas logró sacar la que sin duda es su mejor generación de futbolista: Juan Pablo Rodríguez, Daniel Osorno, Mario Méndez, Fernando Salazar, Erubey Cabuto, Miguel Zepeda y Rafael Márquez, son algunos de ellos.
Aquellos Zorros acariciaron el título del Invierno 99, que en una Final que se tuvo que definir desde los once pasos, los Diablos Rojos se impusieron a los rojinegros en la Bombonera de Toluca.
Varios de esos futbolistas, pese a su corta edad, fueron consideraron por Manuel Lapuente en la Selección Mayor. La primera prueba fue en la Copa América de ese año en Paraguay, donde quedaron tercer lugar.
En ese combinado Zepeda convenció a Lapuente de que tenía condiciones y no dudó en darle la oportunidad de ser titular en la Copa Confederaciones. El canterano atlista no defraudó y fue de los mejor de ese torneo, en el que México se coronó a costa de Brasil en el Estadio Azteca.

En ese momento comenzó un ascenso meteórico en su carrera. Más de uno pensó que seguiría los pasos de Rafa Márquez y daría el salto a Europa, pero eso nunca ocurrió.
De cara al Mundial de Corea-Japón 2002, las indisciplinas e irregularidades fueron la constante en la carrera de Zepeda. Salió mal del Atlas para fichar con Cruz Azul, club en el que jamás destacó. Después de eso comenzó un peregrinar por varios equipos del futbol mexicano: Toluca, Santos, América, San Luis, Veracruz y Leones Negros.
Tras dos años sin jugar, en 2009 regresó a los Zorros para el Apertura 2009. Nadie esperaba nada de él, pero sorprendió a propios y extraños marcando siete goles en ocho partidos.
Daba la impresión de que, tarde, pero volvería el prime de Miguel Zepeda. No obstante, de nuevo las indisciplinas lo borraron pese a su excelente inicio en el futbol mexicano.
Tras salir de nuevo de los Zorros, llegó al Ascenso. En 2012 decidió colgar los botines a los 36 años y se alejó del futbol. Actualmente esporádicamente aparece en los partidos de leyendas de los rojinegros o la Selección Nacional.