México tiene un lugar muy especial en la historia del futbol, debido a que el próximo año será por tercera ocasión sede de un Mundial. Ningún otro país ha tenido el privilegio de recibir en esa cantidad de ocasiones a los mejores jugadores del planeta en el máximo torneo de la FIFA.

Y no sólo eso, el tendrá la responsabilidad de albergar su tercera inauguración, que promete ser espectacular e inolvidable, sobre todo porque el inmueble se está renovando para que esté adecuado a las peticiones que exige un magno evento como la Copa del Mundo.

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¿Cómo fue la inauguración del Mundial México 70 en el Estadio Azteca?

Después de los Juegos Olímpicos de 1968, no tuvo que pasar mucho tiempo para que México fuera anfitrión de otro magno evento deportivo. La FIFA le otorgó el privilegio de organizar el Mundial de futbol.

Las expectativas eran muchas debido a que el país recibiría a jugadores de la calidad de Franz Beckenbauer, Bobby Charlton, Gerd Müller, Gordon Banks, entre otros. Aunque el gran atractivo era ver la despedida de Pelé, quien estaba acompañado de una selección soñada de Brasil.

Justamente la Selección Mexicana tuvo la oportunidad de inaugurar la Copa del Mundo en el estadio Azteca, que por esos años no tenía mucho tiempo de haber sido construido y se colocaba como uno de los mejores y modernos del orbe.

La tarde del 31 de mayo recibió el Coloso de Santa Úrsula recibió a 110 mil aficionados, quienes vieron rodar por primera vez el balón en el Mundial y no pararon de gritar y apoyar al Tri.

El presidente en turno de México, Gustavo Díaz Ordaz, acompañado del mandamás de la FIFA, Joao Havelange. Foto: Archivo
El presidente en turno de México, Gustavo Díaz Ordaz, acompañado del mandamás de la FIFA, Joao Havelange. Foto: Archivo

Contrario a lo que actualmente se ve en las ceremonias de apertura del Mundial, el espectáculo fue discreto, pero al mismo tiempo emotivo. Primero desfilaron por la cancha niños uniformados que representaban a las 16 selecciones que participaban en el torneo.

Después el coloso retumbó cuando salió México y la URSS para la ceremonia de inauguración, donde el presidente en turno, Gustavo Díaz Ordaz, acompañado del mandamás de la FIFA, Joao Havelange, dieron unas palabras para que iniciara oficialmente el campeonato.

Previo a que se escuchara el silbatazo inicial, soltaron cientos de globos de colores que se fueron alejando del Estadio Azteca, que comenzaba a escribir su historia en los Mundiales de futbol.

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