es sin duda uno de los jugadores más emblemáticos del futbol mexicano. Durante su etapa en activo en el futbol, en México no había niño que no deseara vestir un colorido uniforme del Brody.

Y es que uno de las características que hizo recocido al guardameta mexicano fueron precisamente sus indumentarias estrafalarias, que lo llevaron incluso a compartir comerciales de una reconocida marca deportiva junto a estrellas como Ronaldo, Paolo Maldini y Éric Cantona.

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Desde que debutó con Pumas un 11 de diciembre de 1988 algo estaba claro: Jorge Campos iba a ser figura, ya fuera como portero o delantero, que desde las palabras del acapulqueño, era su fuerte dentro de la cancha.

Pese a que tuvo que esperar su turno, cuando éste llegó no lo desaprovechó. De inmediato se afianzó como titular y llamó la atención de propios extraños, por lo que fue llamado a la Selección Mexicana.

Lamentablemente para su carrera, ocurrió el escándalo de los ‘cachirules’, por lo que perdió la oportunidad de estar en Italia 90. Cuatro años después, Jorge Campos llegaría como figura de la portería a Estados Unidos 94.

El Brody no desentonó y estuvo atento bajo los tres palos. En el momento más importante del Tri, ante Bulgaria en Octavos de Final, le detuvo el primero penalti a Krasimir Balakov. Lamentablemente Alberto García Aspe, Marcelino Bernal y Jorge Rodríguez fallaron de manera consecutiva y se concretó la eliminación.

Jorge Campos fue mundialmente reconocido por sus coloridos uniformes. Foto: Especial
Jorge Campos fue mundialmente reconocido por sus coloridos uniformes. Foto: Especial

Francia 98 sería la revancha de Campos con el Tri. El grupo no era nada sencillo, pero aún así lograron clasificar. El rival en la misma instancia del campeonato anterior sería ahora Alemania.

George Fields’ sacó varias pelotas con dirección a gol y al igual que todos los mexicanos, se ilusionó con el gol del Matador Hernández. Sin embargo, con dos errores defensivos la Die Mannschaft le dio la vuelta al marcador y de nuevo México hizo maletas antes del quinto partido.

Ya en el ocaso de su carrera y más como un homenaje, Javier Aguirre decidió llevar a Jorge Campos al Mundial de Corea-Japón 2002, donde que quedó todos los partidos en la banca, debido a que el Conejo Pérez era el titular.

En la siguiente justa mundialista, Campos volvió a ser parte de la Selección mexicana, aunque ahora como auxiliar técnico del controvertido entrenador, Ricardo La Volpe.

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