Para 1954 había pocos países en Europa que tuvieran la infraestructura para albergar un Mundial de futbol tras la culminación de la Segunda Guerra Mundial. La nación había sido elegida originalmente para ser sede del torneo en 1949, que posteriormente se celebró en Brasil el año entrante.
El Mundial de Suiza en 1954 fue el primero en la historia con 16 participantes, formato que se mantuvo hasta la edición de 1982 en España, cuando se expandió a 24 selecciones participantes. Esta fue una edición especial, pues representaba el regreso del certamen al viejo continente tras 16 años de ausencia tras la edición del Mundial en Francia 1938.
A Suiza llegaron potencias del balompié internacional como la campeona Uruguay, la subcampeona Brasil y la mítica selección de Hungría que tenía a la mejor generación de su historia disputando al fin una Copa del Mundo.
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La fase de grupos estuvo caracterizada por las abismales diferencias futbolísticas entre las potencias y las naciones que se presentaron como meras participantes a la justa mundialista, incluyendo a México. Brasil en el Grupo 1 goleó (5-0) al Tricolor en Ginebra.
En el sector dos, Hungría acumuló palizas ante Corea del Sur (9-0) y Alemania Federal (8-3). Turquía también goleó (7-0) a los coreanos y posteriormente fueron apaleados por los teutones por marcador de 7-2.
En el tercer grupo del Mundial de Suiza 1954, Uruguay venció 7-0 a Escocia y Austria hizo lo propio (5-0) ante Checoslovaquia. El sector cuatro careció de golizas, pero tuvo un emocionante empate (4-4) entre Inglaterra y Bélgica.
La fase de grupos había sido un festival de goles en casi todos los encuentros y en los partidos de eliminación la tónica se mantuvo. Austria goleó (7-5) la anfitriona Suiza, Uruguay venció (4-2) a Inglaterra, Hungría derrotó (4-2) a Brasil y Alemania Federal blanqueó (2-0) a Yugoslavia en los cuartos de final. En total fueron 26 goles en cuartos de final.
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Para las semifinales otra vez hubo marcadores abultados como el 6-1 de los alemanes sobre los austriacos y el 4-2 de los húngaros sobre los campeones uruguayos, lo que dio una final inédita entre Alemania Federal y Hungría. Los teutones vencerían 3-2 en la final celebrada en Berna, obteniendo así la primera de las cuatro estrellas que adornan el escudo de su federación.
Así, el Mundial de Suiza 1954 se consolidó como el primer en el que se marcaron más de 100 goles (148 en total) y hasta la fecha es el que promedia más goles por partido con 5.38 tantos por encuentro, cifra que difícilmente va a superarse, considerando que con el tiempo han aumentado el número de participantes y, por consecuencia, de enfrentamientos.







