La historia de la Selección Mexicana en las Copas del Mundo no es la más fructífera en cuanto a número se refiere.
El Tricolor, desde que participó en su primer Mundial, Uruguay 1930, ha jugado 60 partidos, de los cuales ha ganado 17, empatado, quince y perdido 28.
México ha sufrido grandes goleadas -la más fatídica, el 6-0 ante Alemania-, ha perdido de último minuto -Países Bajos en 2014-, pero, sin duda, la que sufrió ante Túnez, en Argentina 1978, es de las más sorpresivas y dolorosas en su andar mundialista.
Una gran humillación y todo por la soberbia.
TIEMPOS DE SOBERBIA
Rumbo a la Copa del Mundo de Argentina 1978, el Tricolor vivía tiempos de soberbia.
El equipo se había limpiado, rejuvenecido. Después del fracaso vivido en busca de la clasificación para Alemania 1974, en el Premundial de Haití, la Federación Mexicana decidió renovar, apostar por la juventud, lo que al final sería un grave error.
José Antonio Roca, quien había sido campeón con el América en los 70, liga y copa, fue el elegido para esta nueva etapa en el equipo.
Roca vio en la selección amateur que participó en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976, la camada indicada para armar este equipo, junto a algunos jóvenes valores que sobresalían en la Primera División Nacional.
En el Premundial que se jugó en México en 1977, el Tricolor pasó sin problemas, arrasando a sus rivales. Goleó a Haití, El Salvador y Surinam; además de que derrotó con autoridad a El Salvador y Canadá.
Clasificado al Mundial “caminando”… con los jóvenes Víctor Rangel y Hugo Sánchez como sus principales goleadores.
Rumbo a la Copa del Mundo, en los juegos amistosos, todo fue bonanza, con buenas actuaciones y pocas derrotas.
Tanto era el ánimo, que el técnico Roca dijo antes de partir a Buenos Aires, presagiando un “Gran Mundial”: “Le ganamos a Túnez, le empatamos a Alemania y le ganamos a Polonia”.
Esa frase fue su gran calvario.
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LA DERROTA MÁS HUMILLANTE DE MÉXICO
El Tricolor llegó a la Copa del Mundo con el siguiente plantel:
Porteros: Pilar Reyes de Tigres y Pedro Soto del América.
Defensas: Manuel Nájera de la UdeG; Alfredo Tena y Jesús Martínez del América; Rigoberto Cisneros y Eduardo Ramos del Toluca; Arturo Vázquez Ayala de los Pumas; Carlos Gómez del León e Ignacio Flores de Cruz Azul.
Volantes: Guillermo Mendizábal de Cruz Azul; Antonio de la Torre del América; Enrique López Zarza y Leonardo Cuéllar de los Pumas; Gerardo Lugo del Atlante; Javier Cárdenas del Toluca.
Delanteros: Víctor Rangel y Cristóbal Ortega del América; Hugo Sánchez de los Pumas; Hugo Rodríguez del Laguna; Mario Medina del Toluca y Raúl Isiordia del Atlético Español.
El 2 de junio de 1978, en Rosario, la Selección Mexicana se enfrentaba a Túnez en el primer juego de la Copa del Mundo de Argentina.
Era un triunfo seguro, según el entrenador, y más cuando al final del primer tiempo, un primer tiempo de pocas llegadas, el capitán Vázquez Ayala anotaba desde el punto de penalti.
Pero vino la segunda parte y todo se derrumbó, algo extraño sucedió, porque el Tricolor dominaba el juego…
A los 55 minutos, de media vuelta, Kaabi disparó raso, la pelota se fue esquinando hasta la base del poste izquierdo, ante la lenta reacción de Pilar Reyes.
La Selección se lanzó al frente desesperada por ganar el partido, porque el técnico lo había pronosticado, pero el desorden fue su perdición.
A los 78 minutos, es una descolgada Ghommidh marcó el segundo.
Y, ya cerca del final, cuando se buscaba el empate, el lateral Dhouieb metió el tercero.
Así terminó el juego ante una desconocida selección de Túnez, a la que México había menospreciado. La humillación fue total.
Después vendría la goleada ante Alemania (6-0) y el caer ante Polonia (1-3), pero ese primer juego, fue el que comenzó todo.